Artículo 2 El Ejercicio Profesional Supervisado en la FIUSAC. Sus orígenes (I parte)
Autor: Juan Merck Cos
Correo electrónico: juanmerck@gmail.com
Fecha: 02 de mayo de 2019
Historia
Como actividad académica, el Ejercicio Profesional Supervisado, EPS, es una proyección de la USAC, hacia la comunidad de nuestro país, que se realiza a través del programa de prácticas ligado a los planes de estudio, con el propósito de confrontar la teoría con la práctica en un campo real de aplicación. ¿Cómo? Atendiendo necesidades de servicios básicos, saneamiento, infraestructura de la industria, del sector eléctrico, económico, informático y de sistemas, y en general de índole tecnológico, planteando o proponiendo soluciones factibles a la problemática que se presenta, según sea el caso.
Esta práctica o actividad es realizada por estudiantes con cierre de pénsum, con la asesoría y supervisión de profesores que acompañan al estudiante, durante un periodo de 6 meses. El estudiante que decide realizar el EPS, (cabe aclarar que en la FIUSAC el EPS es optativo, a diferencia de otras facultades como Medicina, Odontología, Arquitectura, Agronomía, Veterinaria, entre otras, en las cuales sí es obligatorio), debe incorporarse a una institución que requiera del apoyo técnico.
¿Cómo nace la idea de realizar este tipo de actividades proyectadas hacia la sociedad? Fue en la Reforma de Córdova de 1918 que surge como una necesidad de que las universidades, principalmente las de carácter público, se vinculen con la sociedad a través de prácticas de extensión, de manera que el estudiante se involucre directamente con quienes padecen la problemática, permitiendo así conocer el medio hacia el cual va encaminada la propuesta de solución.
En la FIUSAC nace el EPS como una inquietud estudiantil, y fue a través de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería, en los años 1971-1972, que con el impulso de un grupo de estudiantes idealistas, la junta directiva de la asociación creó la Secretaría de Extensión Universitaria, con el propósito de atender las solicitudes de comunidades del interior de la República, específicamente del área rural, de apoyo técnico para resolver problemas de agua potable, carreteras, infraestructura; en ese entonces eran exclusivamente del área de Ingeniería Civil.
Este servicio a la comunidad, por parte de la AEI fue incipiente, por la falta de apoyo oficial y no se diga de recursos, pero a la vez muy educador, por cuanto sentó las bases para que el programa de EPS surgiera como una necesidad dentro de la formación académica del futuro profesional de la Ingeniería. En este caso en particular se puede decir, que en la FIUSAC el EPS nace con una exigencia estudiantil de realizar prácticas extramuros, que sirviera como laboratorios para la futura práctica profesional, demandando para el efecto, que dentro del pénsum de estudio se incorporaran oficialmente estas prácticas.
Para llegar a lo que en la actualidad es el programa de EPS se tuvieron que superar muchos obstáculos de diferente índole, desde legales, administrativos e ideológicos; recordar que en ese entonces se vivía la época de la guerra fría; el sector docente se oponía al programa, ya que no compartían los beneficios que el mismo ofrecía dentro de la formación académica. Fue una lucha contra el sistema que imperaba, sin embargo, el sector más interesado, el estudiantil, tenía consciencia de lo que el programa representaba, por lo que lo apoyó e impulsó.
Un evento transcendental en la vida de nuestro país, que propició que el programa de EPS levantara vuelo como tal; fue el terremoto del año 1976, que evidenció las carencias que el país padecía y que la FIUSAC debía y tenía que atender. Fue así como se oficializó el programa de Prácticas y EPS, incorporándolo a los planes de estudio, las cuales hasta el día de hoy se siguen impartiendo, con muy buenos resultados, tanto para nuestra sociedad como para la formación académica y profesional del estudiante.